Agapornis Mutaci�n Sable

En abril de 2003, escrib� un art�culo titulado �El Mito de la Mutaci�n Sable�, que describe como esta mutaci�n apareci� en Brasil en el criadero de Paul Richard. El art�culo narra la historia de este criador y fue revisado y aprobado por �l. Describe como apareci� el hasta entonces desconocido sable, que se caracteriza por ser un ave de la l�nea azul con p�rdida parcial o total de la melanina negra de la cabeza.

Se ha escrito mucho sobre esta mutaci�n y las opiniones eran diferentes, unos fascinados por su belleza la defend�an ferozmente, otros opinaban que eran h�bridos F3 y F4, y otros no queriendo tener problemas con estos �ltimos los criaban a escondidas.

Yo mismo en un determinado momento de mi vida tuve la tentaci�n de desistir en la cr�a de estas aves porque muchos pseudocriadores queriendo sacar partido de la gran demanda que hab�a en la Pen�nsula Ib�rica comenzaron a vender gato por liebre, desvirtuando los resultados que mucho criadores tuvieron con esos pseudosables que no eran sino pasteles mal marcados, o cruces de fischeri con lilianae con la intenci�n de aclarar el color de la cabeza. A�n existen aquellos que sirvi�ndose de programas inform�ticos alteran los colores para presentar sables nunca vistos con cabezas completamente blancas sin que el resto del plumaje sufra ning�n tipo de alteraci�n, contribuyendo a confundir a los criadores serios y crear falsas expectativas en quien pretende adquirilos.

La mutaci�n sable ha sido casi siempre asociada a la mutaci�n arlequ�n dominante y son raras las veces que hemos vistos fotos serias de sables sin que se note el factor arlequ�n. Esto ocurre porque la mutaci�n arlequ�n lleva asociada la p�rdida de la melanina negra en la cabeza. Y es aqu� donde reside el quid de la cuesti�n, porque el factor arlequ�n en un ave puede variar entre el 0�1 y el 99�9 %, por lo que si un ave es poco arlequ�n solo se consigue identificar el arlequinado en el color de las u�as que son blancas, y al rev�s, un ave con el 99�9% de arlequinado se torna casi blanca en la linea azul y casi amarilla en la l�nea verde. De ah� que un buen arlequ�n tenga que situarse entre el 30 y el 70%, siendo el 50% el ideal. Adem�s de eso podemos encontrar arlequines con diferentes intensidades de color, donde los colores pueden estar difuminados o inalterados, haciendo que los arlequines m�s vistosos sean aquellos en los que la intensidad de color permanece inalterada, aumentado el contraste con el blanco o el amarillo de las manchas t�picas de esta mutaci�n.

Tambi�n tenemos que contar con el hecho de que existen arlequines que se quedan con el pecho completamente blanco o amarillo, y otros en los que el pecho apenas muestra manchas. Entonces tenemos que el arlequ�n m�s vistoso que puede existir es aquel que tiene el pecho de un solo color, con un porcentaje de arlequinado en las alas del 50% y sim�trico.
Hubo una pregunta que me inquiet� durante varios a�os: si el factor arlequ�n dominante es tan imprevisible, pudiendo sacar arlequines tan dispares unos de otros independientemente del grado de arlequinado de la pareja reproductora, �no ser� posible que el sable sea en s� un arlequ�n?

Despu�s de 7 a�os trabajando con gran cantidad de arlequines y sables llegu� a la conclusi�n de que el sable es un arlequ�n dominante con algunas caracter�sticas especiales. El sable se caracteriza por ser un arlequ�n dominante con p�rdida parcial o total de la melanina de la cabeza, y por tener una especie de velo sobre todo el cuerpo que difumina el color del ave, y dependiendo del grado de arlequinado se considera un arlequ�n sable cuando son claras las manchas del factor arlequ�n o simplemente sable si el grado de arlequinado es muy bajo.

Esta conclusi�n la bas� en el hecho de que durante 7 a�os estuve cruzando estos p�jaros con otros normales de la l�nea azul y verde cuyos resultados fueron los siguientes:

• Se comportan gen�ticamente como una mutaci�n con SF y DF, teniendo el DF la cabeza m�s blanca.

• Sus descendientes nunca presentan se�ales de hibridaci�n cuando se cruzan con aves de un buen estandar, naciendo aves con la cabeza clara y el velo sobre el cuerpo y otras normales respetando los est�ndares de la mutaci�n.

• Cuando se cruzan entre s� arlequines bien marcados y de la l�nea azul, siempre nace un porcentaje de aves con pocas o ning�n tipo de marcas y con la cabeza blanca.

• Cuando se cruzan entre s� arlequines bien marcados y de la l�nea verde, siempre nace un porcentaje de aves con pocas o ning�n tipo de marcas y con la nuca y la parte de atr�s de la cabeza amarillenta.

• Cuando los cruc� entre s� y no presentaban las manchas caracter�sticas de los arlequines dominantes, siempre obtuve un porcentaje de arlequines bien marcados.

• En todos los sables, tras las sucesivas mudas, aument� el grado de arlequinado siendo este visible en el aumento o aparici�n de las manchas t�picas de los arlequines, bien en las alas o bien en el pecho.

Tras estos resultados, la primera conclusi�n es que no existen los sables con la cabeza completamente roja, pues la p�rdida de melanina en la cabeza de las aves de la l�nea verde da como resultado que el ave se muestre con la nuca y la parte de atr�s de la cabeza en tonos amarillos, siendo m�s notorio en el DF. La aparici�n de la nuca y la parte de atr�s de la cabeza roja ( exceptuando los lutinos y DEC) es se�al de hibridaci�n. La segunda conclsui�n es que un sable no es un h�brido, sino un arlequ�n dominante con unas caracter�sticas determinadas.
Pienso que este estudio prueba de una vez por todas que los sables no son h�bridos, sino una selecci�n de aves con determinadas caracter�sticas de una mutaci�n ya existente. Este hecho es de una importancia vital, ya que ahora podemos trabajar con ellos conscientes de que no estamos cometiendo errores que pudieran ser perjudiciales para el legado gen�tico de los fischeri y se abre una puerta de oportunidades para criar una de las mutaciones mas bellas de los fischeri, que es la arlequ�n dominante en sus dos variedades:

• Arlequines bien marcados, pudiendo ser sables o no.

• Arlequines de la l�nea azul con poca o sin ning�n tipo de marca, pero con la cabeza completamente blanca, hoy llamados sables.

Espero que este art�culo ayude a todos aquellos que deseen criar estas bellas aves, ense�ando a identificar cuales son las caracter�sticas que un sable debe tener, as� como evitar que muchos criadores caigan en el error de comprar gato por liebre. Tener la cabeza blanca no basta para ser sable, principalmente si el ave es pastel, es necesario que el ave tenga las u�as blancas, y en el caso de no ser pastel tiene que haber una difuminaci�n leve del color del ave, torn�ndose m�s clara. Se suele decir que el ave est� cubierta por un velo t�nue.

Guilherme Rocha

Abril de 2008

Traducci�n: Sergio S�nchez Mart�nez